Los padres juegan un rol muy directo en la educación de sus hijos, es un error pensar que el maestro influye el rol principal del aprendizaje en el niño, no es así, el maestro en muy importante, pero todo empieza con los padres. El niño al nacer se ubica automáticamente en una primera escuela que es “el hogar” por lo tanto tiene a sus primeros educadores muy cerca. Ósea papá y mamá.
Para aprender no se espera que crezcan, ni bien abren los ojos al mundo la criatura está en la capacidad de aprender, ya que está expuesto a un sin número de estímulos que lo invade. El rol de padre no es fácil, el cuidado integral que debe recibir el niño debe ser con los factores más importantes del humanismo como es el amor, comprensión, solidaridad, responsabilidad y respeto, ya que Los niños ven como ejemplo a sus padres y aprenden lo que observan, las actitudes, la forma de hablar de expresarse, imitan y adoptan conductas positivas o negativas.
Los padres son creadores de la vida. Con la vida va la energía, el aprecio y la autoestima del hijo por sí mismo. El padre para cumplir su rol de educador – formador necesita estar presente, hacer contacto con los hijos, formar parte de la trama y la experiencia de ellos.Su presencia no es una presencia nominal, sino activa, cercana y comprometida. Es presencia que forja lazos, vínculos e intimidad en las relaciones. Es una presencia que se traduce en tiempo y espacio de calidad.
Hay padres que pernotan y gravitan en el hogar como “buenos proveedores”, pero su presencia no se siente, no se nota a través de las vivencias compartidas, o la palabra oportuna en momentos de dificultad y confusión, o el abrazo consolador cuando se necesita.
La presencia deja una huella indeleble en la experiencia de los hijos, en sus recuerdos y memoria, en su personalidad. Es responsabilidad de los padres crear el ambiente y una estructura en la que quedan organizados los vínculos y relaciones. Los padres necesitan definir los marcos de referencia que regulan las interacciones en el hogar.
Esta estructura incluye el sistema de valores, principios y creencias. Requiere también invertir tiempo familiar abundante y de calidad y requiere de la construcción de una hermosa cultura (el espíritu de la familia, el clima o atmósfera del hogar, su carácter, la profundidad, la calidad y madurez de las relaciones). Todos estos elementos proporcionan la estructura fundamental para un sano crecimiento de los hijos.
Es muy importante que los padres hagan conciencia que ellos son parte de la formación de la personalidad y dependiendo como la construyan lograrán niños agresivos, pasivos o asertivos. Así mismo, deben corregir con paciencia los errores de sus hijos y no dejarlos pasar por alto porque después será demasiado tarde.
Dios como nuestro buen padre nos recomienda por medio de las sagradas escrituras: “Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma”. Corregir al niño con amor es importante, enseñarles lo bueno y lo malo , que se debe y que no se debe hacer, pero no podemos caer en el error de exigir y amenazar a los hijos de que hagan o asuman roles que no les pertenecen, como es cuidar de manera integral a sus hermanos o darles cargas o responsabilidades que no están de acuerdo a sus edades y por ultimo pensar que son una inversión y que cuando estén ya profesionales les tocara mantener y devolver la inversión, son pensamientos absurdos ya que si se forma bien a los hijos ellos podrán asumir el cuidado o la protección de sus padres sin obligación, ellos devolverán el amor, atención y protección que recibieron durante todo su proceso evolutivo.
Es importante tener presente que ser padre es el camino que no tiene mapa, el sendero sin retorno que te transforma, la aventura que sabes con certeza te cambiará, el mágico punto de partida del resto de tu existencia, es el amor viviendo en ti.” Disfrútalo.
Psic. Kerly Martínez Valencia – DECE